Por su pasado romano, su patrimonio, su gastronomía, su situación privilegiada junto al mar… Gijón es, uno de los destinos ineludibles del norte peninsular.
Su toque salino es inconfundible. Es una ciudad que mira al mar y que cuenta con numerosas instalaciones vinculadas al agua, como la Estación Náutica, el Puerto Deportivo o el popular Acuario de Gijón, con 67 piscinas que integran desde los invertebrados más minúsculos hasta los tiburones más enormes. Completa las propuestas marinas Talasoponiente, un moderno centro de talasoterapia que ofrece la posibilidad de relajar cuerpo y mente disfrutando de los tratamientos más avanzados.
Gijón tiene además las ventajas de la ciudad y las virtudes del campo. A cinco minutos del casco urbano nos encontramos con un entorno natural privilegiado, perfecto para descansar en algún merendero o recorrer sus sendas verdes.
Quizá sea por esa estrecha relación con la naturaleza y los espacios abiertos por lo que a los gijoneses les gusta tanto vivir en la calle, y de ahí que muchas actividades culturales, musicales e incluso exposiciones se hagan en las plazas.
A estos espectáculos se suman las completas programaciones del Teatro Jovellanos y del Teatro de la Laboral, que cada vez cobran más protagonismo en los circuitos nacionales e internacionales. Precisamente la Laboral es uno de los puntos de encuentro más solicitados de la ciudad. Su equipamiento integra un teatro, una iglesia con una preciosa cúpula elíptica, un patio espectacular y hasta un centro de arte. El Jardín Botánico Atlántico, feudo de especies de indudable valor que conviven en sus 25 hectáreas de vegetación, también es una de las visitas más populares.
Gastronomía generosa
Pero si por algo está cobrando protagonismo Gijón en el panorama nacional es principalmente por su gastronomía. Gijón y Asturias deben parte de su buena fama a su estupenda cocina, rica en pescados, mariscos y una magnífica repostería, todo ello regado con la bebida patria, la sidra.
Para que degustar tan exquisitos manjares sea todavía más fácil, la Sociedad Mixta de Turismo ha desarrollado varios productos muy atractivos. El bono Gijón Gourmet, por ejemplo, permite disfrutar de menús degustación en los mejores restaurantes de la ciudad por 45 €. Y para los amantes de los postres y dulces se ha creado Gijón Goloso (7 €), una ruta por varias confiterías que nos permite saborear las especialidades más reconocidas de cinco establecimientos mientras descubrimos edificios, parques, esculturas y cuantas sorpresas nos salen al paso.
Independientemente de cuándo visitemos Gijón, es muy probable que coincidamos con alguna de sus jornadas gastronómicas porque cada mes se rinde tributo a los platos más típicos de la zona. En enero son protagonistas los oricios, en febrero el pote asturiano, en marzo los calamares en su tinta… en octubre las fabes y las setas, en noviembre los callos y en diciembre las patatas rellenas, completándose así los doce meses del año con asequibles menús desde 15 €. Las fechas y los restaurantes participantes se pueden consultar en la web.Por todo esto y mucho más, esta villa marinera asturiana bien merece una escapada, para desconectar de la rutina, para sentirse amado, para disfrutar de la familia…
